viernes, marzo 12, 2010

LAS GUERRAS DEL AGUA


Mi mamá no era una persona mal-hablada. En boca de ella una grosería resultaba inconcebible. Salvo, debo confesarlo con vergüenza, cuando por allá en mi adolescencia descubrí una estrategia hidráulica para arrancarle, de manera automática, unos sonoros “carajos”. Yo atalayaba que ella estuviera en la ducha, y durante una fracción de segundos abría la llave de agua fría o la de agua caliente del lavaplatos de la cocina. El efecto inmediato era que, durante ese mismo tiempo, se alteraba súbitamente el cuidadoso balance térmico de la ducha… ¡y mi propia madre quedaba con ganas de arriarme la madre! Desde el nivel doméstico en adelante, la ‘quitada’ del agua toca las fibras más sensibles de los seres humanos. [...]

De acuerdo con el Estudio Nacional de Agua (ENA) 2005, citado por la Contraloría en su informe sobre el Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente 2007-2008, la ‘producción’ de agua por parte de los ecosistemas colombianos equivale a un promedio de 47.470 metros cúbicos por persona y por año (casi 47 millones y medio de litros), cantidad aparentemente enorme pero que, de acuerdo con la misma fuente, podría reducirse a 1.890 metros cúbicos por persona y por año alrededor del 2020, si no se adoptan y ejecutan las decisiones adecuadas. ¡Esto es 26 veces menos disponibilidad de agua por persona y por año!

Si hoy tenemos en Colombia los niveles de conflicto que tenemos ¡Imagínense como serán cuando estemos 26 veces menos bañados!

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