Explicación científica a los "hoyos chupadores"... o más bien: "chupados"
Me explica Jorge: Cuando se hace una excavación para un nuevo edificio, automáticamente se presentan dos efectos: 1. Perdida del confinamiento original del suelo, lo cual puede causar asentamientos incluso en condiciones “secas” si la excavación no se refuerza adecuadamente con muros anclajes, etc. 2. La presión del agua de los alrededores automáticamente baja (sobre todo si esto ocurre en época de lluvias). Yo entiendo: Si la presión de los alrededores baja, entonces chupa lo que tiene en sus cercanías.
Sigue Jorge: La excavación hace que la fuerza neta, o peso neto del suelo, se incremente, y por tanto el suelo vecino se asienta. En una piscina uno flota, pero a medida que se le va sacando el agua a la piscina, uno se va volviendo “más pesado”.
"Al suelo no le gusta que le toquen el suelo de al lado". Si hay que tocarlo, debe hacerse con una inversión de energía y de capital suficiente para que el efecto sentido por el suelo sea mínimo. La energía que debe usarse para que el suelo "no sienta nada" es un poco mayor que la energía que se le pretende quitar al suelo en la excavación. Yo entiendo: el suelo exige reciprocidad. Lo que se le pide, hay que compensárselo. Esto lo saben muy bien las culturas originarias andinas y cuando son coherentes lo aplican en todas y cada una de sus relaciones con la naturaleza.
1 Comments:
Buenísimas tus fotos para explicarles a mis empresas porqué en sus análisis de amenazas y vulnerabilidad pongo "asentamientos diferenciales del terreno", especialmente cuando están en zonas donde la frontera urbana se expande.
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