"EL BURRO SOPLÓ PRIMERO..."

Un hombre llevó un burro muy enfermo donde el veterinario. El médico lo examinó y le diagnosticó una oclusión intestinal que tenía al animal al borde de la muerte. "Tiene que darle al burro el purgante más fuerte que existe", le dijo al campesino mientras le pasaba una pastilla como del tamaño de un Alka Seltzer. "¡No se lo toma -contestó el campesino. Ese burro es un jodido. Verá que lo escupe." El médico le dijo entonces al campesino que cogiera un tubo de PVC, se lo metiera al burro hasta el fondo de la garganta, pusiera la pastilla en el tubo, y soplara muy fuerte: "¡Se lo toma porque se lo toma", sentenció el veterinario.

Pasaron los días y el veterinario se encontró al campesino en una calle del pueblo, lánguido, ojeroso, enclenque, demacrado. "¿Qué le pasó", preguntó el médico. "¡Pues que el burro sopló primero!".

Cuando el Gobierno Nacional tomó la decisión de fusionar el Ministerio de Ambiente con el de Desarrollo, a mí me pareció una oportunidad afortunada para "ambientalizar" el desarrollo. Creí que era el momento de superar esa esquizofrenia en virtud de la cual, mientras un ministerio solitario intenta impulsar 'desarrollo sostenible', el resto del Gobierno, en particular las dependencias encargadas de diseñar, financiar y ejecutar el desarrollo, avanzan en sentido totalmente contrario. Lamentablemente, el burro sopló primero.

El presidente electo confirma hoy la decisión del nuevo Gobierno de separar nuevamente los dos ministerios, o de crear uno de "Ambiente" y otro de "Vivienda y Desarrollo Territorial", lo cual no solamente constituye un tremendo desperdicio de oportunidad, sino la resignación al sino de que "lo ambiental" es incapaz de permear y mucho menos de orientar de manera decisoria los temas "serios" del desarrollo, uno de los cuales es la vivienda y otro el desarrollo territorial. ¿Cómo separar este último de la política y de la gestión ambiental?

Pregunta: ¿Cuál de los dos nuevos ministerios tendrá en sus manos las decisiones sobre el AGUA, incluyendo la de garantizar el acceso a ella como DERECHO FUNDAMENTAL? Si no fue posible armonizar las visiones y las decisiones sobre el agua entre el actual viceministerio de ambiente y el actual viceministerio del agua (y/o entre las respectivas viceministras) ¿podrán adoptarse políticas coherentes ahora que el agua va a quedar en uno sólo de ellos o 'racionada' entre los dos?