¿QUÉ SIGNIFICA ORDENAR EL TERRITORIO ALREDEDOR DEL AGUA?
Ordenar el territorio alrededor del agua no es un embeleco, es un requisito para la viabilidad de los territorios y para que los seres vivos podamos formar parte, con calidad de vida, de nuestra porción de planeta
El territorio no es solamente un espacio físico sobre el cual se desarrolla la actividad humana, ni mucho menos un área delimitada por unas coordenadas en un mapa.
El territorio es un ser vivo, resultado de la interacción permanente entre dinámicas ecosistémicas y dinámicas humanas, incluidas en estas últimas las instituciones y sus dinámicas.
El territorio es un ser vivo, resultado de la interacción permanente entre dinámicas ecosistémicas y dinámicas humanas, incluidas en estas últimas las instituciones y sus dinámicas.
Como
todo ser vivo, el territorio tiene identidad y tiene memoria, ninguna de las
cuales es estática. Y como sucede con todos los seres vivientes, desde el nivel
de las amibas hasta el planeta entero, uno de sus componentes esenciales es el
agua.
“Ordenar
el territorio alrededor del agua” quiere decir concebir, planificar y llevar a
cabo las actividades humanas respetando su carácter de ser vivo y reconociendo
que el agua, que ha venido configurando el territorio desde muchos miles de
años antes de que apareciéramos los seres humanos, debe ser tenida en cuenta como
un factor –o mejor: como un actor- determinante.
El agua, en todos sus estados –líquido, sólido y gaseoso- es simultáneamente materia, energía e información, lo cual, aun cuando no la mencione, hace de ella el eje de esa definición que describe la Vida como el intercambio permanente de materia, energía e información entre los individuos y su ambiente.
En el caso de la Tierra como ser vivo, ese intercambio tiene múltiples particularidades, empezando porque el ambiente que rodea al planeta es el espacio exterior. De allí, del Sol, proviene la energía que alimenta a la gran mayoría de los procesos que tienen lugar en la Tierra (salvo algunos –como la tectónica de placas- que se nutren de la energía procedente del núcleo terrestre).
En el caso de la Tierra como ser vivo, ese intercambio tiene múltiples particularidades, empezando porque el ambiente que rodea al planeta es el espacio exterior. De allí, del Sol, proviene la energía que alimenta a la gran mayoría de los procesos que tienen lugar en la Tierra (salvo algunos –como la tectónica de placas- que se nutren de la energía procedente del núcleo terrestre).
Pero
no nos alejemos del tema:
Cuando
el desarrollo intenta imponerle sus prioridades al territorio (prioridades que
no suelen ser colectivas sino las de unos pocos) sin tener en cuenta los
procesos evolutivos que lo han configurado, y sin acogerse a las reglas de juego que a lo largo de todo
ese proceso han establecido los actores determinantes como el agua, se siembran
las semillas de nuevas dinámicas que tarde o temprano germinarán como
desastres.
“Ordenar
el territorio alrededor del agua” es una de las posturas filosóficas y
políticas y de las estrategias prácticas que permiten armonizar las prioridades
del desarrollo con las de los distintos componentes naturales y sociales del
territorio.
Más
allá de cualquier debate teórico que ello genere, respetar los derechos del agua quiere decir en la práctica respetar
los derechos de los seres humanos -y en general de todos los seres vivos- a acceder al agua en la cantidad y la calidad
necesarias para que sea posible la vida. Es permitir que el agua y sus
dinámicas sean tenidas en cuenta por las buenas cuando se toman decisiones,
para no exponer a las comunidades a los desastres que surgen cuando el agua
tiene que hacerse oír y respetar por las malas. Es prevenir y transformar
pacíficamente los conflictos que surgen cuando distintos grupos humanos se
enfrentan por el agua, en especial cuando su disponibilidad en el territorio es
limitada.
“Ordenar
el territorio alrededor del agua” es, en resumen, ser consecuentes con la
convicción de que el agua es el ingrediente esencial de la Vida y de que solamente
en armonía con el agua es posible que el desarrollo sea una herramienta de Vida
y no una amenaza.
Gustavo Wilches-Chaux
Febrero 21, 2014
2 Comments:
Que bueno poder trabajar esta postura ambiental filófica y política en beneficio de Cali y su área metropolitana, me refiero a Cali, jamundí, Yumbo, Pradera, Palmira como un territorio organizado políticamente y adminisatrativamente en torno a sus rios y en general en torno al medio ambiente.
la naturaleza pasa factura d cobro cuando esta asi lo requiera,lo malo es q la falta de planificación y la improvisación generan perdidas irreparables al ecosistema,pero como la clase burguesa y las multinacionales no viven si no explotando y generando riqueza para llenar sus arcas,no les importa el daño q causan a los demás seres vivos q solo queremos vivir ..
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