miércoles, enero 12, 2022

Vamos a sanar CON los humedales

Qué es este documento

Durante los meses de Enero a Junio de 2021 tuve oportunidad de formar parte del equipo de la Misión de Humedales que constituyó la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá. El material que sigue es una selección de apartes del documento titulado "Vamos a sanar CON los humedales", el cual fue uno de los productos de mi participación en el equipo de trabajo que adelantó ese proceso.

Humedal la Vaca (Todas la fotos son de G. Wilches-Chaux)
Todas las recomendaciones de la Misión de Humedales se pueden consultar en este link

Objetivo:

Convocar y vincular efectivamente a instituciones distritales, regionales y nacionales, a comunidades y a otros actores (sector privado, cooperación internacional, organismos de control, etc.) a un proceso participativo para la construcción de una visión compartida del territorio distrital en el marco de la Región, en la cual se reconozca la función estratégica que cumple el sistema hidrológico de ese territorio, cuyo eje y motor es el ciclo del agua.

En este momento propongo como “Región” a la que conforman los territorios cuyas autoridades suscribieron el Pacto de Sumapaz” el 29 de Febrero de 2020, pero por supuesto se pueden discutir otras alternativas dado que en este momento está también sobre la mesa, por ejemplo, la figura de la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca. Eventualmente esta estrategia también podría resultar útil para esa discusión. 



Justificación:

La complejidad de la crisis actual exige diseñar y poner en práctica estrategias que, como se explica más adelante, logren generar efectos sinérgicos sobre las distintas dimensiones, de por sí muy compleja cada una, que interactúan dando lugar a esta situación sin precedentes para la humanidad y que se repite en el planeta de manera fractal. En este caso, como es obvio, se propone para el nivel distrital.

A partir de la convicción -hoy más fuerte que nunca- que desde hace varias décadas me orienta, de que los humanos solos no podemos: necesitamos aliarnos con los demás seres vivos del planeta, elaboro esta propuesta que nos permite a los distintos actores y sectores que formamos parte de territorio distrital, aliarnos con los humedales de manera que, con el enfoque propuesto, al tiempo que contribuimos a su sanación integral, los humanos que intervengamos en este proceso, podamos avanzar hacia nuestra propia sanación. De allí que la conjunción CON se escriba con mayúsculas en el nombre que se propone para la estrategia.

Las piezas con las cuales se puede articular este sistema-proceso ya se encuentran en el territorio: personas con conocimientos científicos y técnicos, experiencia, compromiso y voluntad; institucionalidad; normatividad (comenzando por la Constitución Política); organizaciones sociales en el más amplio sentido de la palabra; comunidad educativa (desde preescolares hasta instituciones de educación superior); institutos de investigación del más alto nivel; sectores económicos que tienen el desafío de comprender que una Estructura Ecológica Principal socio-ecosistémicamente sana constituye EL FACTOR que le otorga viabilidad a su objeto empresarial, y otras muchas ventajas comparativas que ofrece el territorio, pero que de una u otra manera están amenazadas y que de no reconocerse, fortalecer y aprovechar, se pueden perder.

El objetivo de esta propuesta, que entiendo como el principal resultado de mi participación en la Misión de Humedales, no es inventarse cosas nuevas (lo cual creo que también es válido para los demás campos que interactúan en la Misión), sino formular propuestas que permitan articular y aprovechar mejor lo que ya hay.

En este caso, la norma rectora del todo el proceso fue -y deberá seguir siendo- el Acuerdo 790 de Diciembre 23 de 2020, una norma pionera (y en la práctica de carácter estatutario) mediante la cual del Concejo de Bogotá declara la Emergencia Climática.

[Otra norma que está vigente pero cuyas posibilidades no han sido aprovechadas, es el Acuerdo 806 de 2021 "mediante el cual se establece la Bacatá Hidrópolis". Allí está: hay que desarrollarlo]

Como ya se ha reconocido de manera expresa en la Misión, el hecho de que los humedales urbanos y rurales de Bogotá y la Sabana y de otras regiones del país, todavía existan y ocupen hoy un lugar prioritario en la agenda de muchos actores y sectores, se debe en gran medida a esa base social comprometida que existe en el territorio y que se encuentra en estado permanente de movilización.

Humedal la Vaca

El papel del Estado no es cooptar ni liderar a la sociedad civil, sino apoyarla para que ese liderazgo que a lo largo de los años sus organizaciones han venido consolidando en el campo socio-ambiental, se pueda traducir en políticas públicas y en acciones concretas en favor de la Seguridad Territorial, entendida como la capacidad del territorio para ofrecerles seguridad integral (o sea: condiciones efectivas para la existencia digna, entendida en los términos de la Constitución, como condiciones de integridad y biodiversidad que permitan ejercer efectivamente los Derechos Fundamentales) tanto a los actores humanos como a los ecosistemas.

La llamada Gobernanza o Participación Comunitaria en la Gestión Ambiental, se entiende aquí como la articulación para lograr la simbiosis entre Estado y sociedad civil y entre actores humanos y no humanos del territorio.

Propongo este enfoque que describo a continuación, porque el mismo me ha permitido en el pasado contribuir al diseño de estrategias para transformar situaciones de crisis muy complejas generadas por el Terremoto de Popayán (del cual coincidencialmente el día que escribo el primer borrador de este documento -31 de Marzo- se cumplen 38 años) y por el terremoto del Páez (1994), y así mismo apoyar a actores institucionales y comunitarios en otras situaciones de crisis o de conflictos, a transformar esas situaciones.

Es importante enfatizar que no se trata de fórmulas ni de recetas, sino de un enfoque que cada actor o conjunto de actores sabrán adecuar y aplicar para cada situación particular de acuerdo con el conocimiento que posean de sí mismos y de su función en los territorios de que forman parte, y de las dinámicas propias de cada crisis o de cada conflicto en particular.

Humedal la Vaca

El enfoque filosófico/práctico de la estrategia propuesta

“Este Plan también expresa unos enfoques, unas maneras de ver y entender a Bogotá con sus problemáticas, intereses y necesidades. Los enfoques son como las gafas para mirar la realidad, como el visor que permite reconocer realidades diferentes en esta ciudad compleja en la que conviven muchos mundos en simultáneo.”

Plan de Desarrollo Distrital 2020-2024

 Un Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI

Como es bien sabido, desde mi primer informe a la Misión no me limité solamente a la identificación de las barreras que dificultan la Gobernanza basada en la Participación efectiva e informada de las comunidades y de otros actores y sectores relacionados con la gestión de los humedales de Bogotá, sino que comencé a bosquejar estrategias concretas que, a la vez que puedan contribuir a superar esas barreras, también contribuyan, mediante la generación de sinergias, a las transformaciones necesarias para enfrentar los múltiples desafíos que se están y se seguirán generando como consecuencia de esta crisis que no he dudado en calificar como la más compleja que ha debido enfrentar la especie humana durante todo el tiempo que llevamos formando parte de este planeta.

En el informe final de la consultoría a mi cargo incluiré el capítulo que en mi primer informe titulé Análisis del contexto actual y que se resume en la siguiente gráfica:

 Fractalidad


En términos sencillos, la fractalidad es esa propiedad que poseen los sistemas complejos, de “repetirse” a sí mismos en términos de lógica funcional y estructural, a medida que cambian de escala. En su concepción actual, que debemos al matemático Benoit Mandelbrot, que fue quien primero habló de la “Geometría fractal de la naturaleza” en un libro de 1982, la palabra fractalidad vincula el concepto de fracción con el de totalidad. Esto implica que, de distintas maneras, en cada fracción podemos encontrar la totalidad a la cual pertenece: así, en el campo que ahora nos convoca, en cada humedal de Bogotá nos encontramos con un resumen cualitativo de la Región Hídrica del río Bogotá de la cual es parte el Distrito Capital

Cada humedal es un fractal de la Región Hídrica del río Bogotá





El concepto de Región Hídrica del Río Bogotá lo propuso el profesor Ernesto Guhl y se desarrolla en el libro “Nuestra Agua ¿de dónde viene y para dónde va?” (Publicación de la EAAB – 1982).





En el artículo “La RegiónHídrica del río Bogotá: por una cultura anfibia” publicado en Razón Pública en Febrero 2015, analizo este concepto en sus implicaciones prácticas desde el enfoque de la fractalidad: Esta mirada es la aplicación de la lógica fractal a la gestión del territorio y del agua. También es la lógica de la naturaleza: el “todo” se fortalece en la medida en que se fortalece cada una de las partes, y el fortalecimiento del “todo” se refleja en cada uno de sus componentes.

La Región Hídrica de Bogotá es el resultado de la interacción entre procesos naturales, ligados a la formación de las cordilleras colombianas, de los valles interandinos, de la Sabana y de la cuenca del río Bogotá, con otros procesos desencadenados por decisiones humanas, especialmente aquellas tomadas durante los últimos 50 años, que se han materializado en la “cuenca construida” que hoy constituye un componente tangible e importante de la región.

 

De esa “cuenca híbrida” (natural + construida) forman parte embalses, tuberías, estaciones de bombeo, plantas de tratamiento, redes de distribución, canales, redes de alcantarillado y, en general, toda la infraestructura necesaria para captar agua, potabilizarla y llevarla a Bogotá y a los municipios de Cundinamarca a los cuales la Empresa de Acueducto les suministra agua potable.

 

De los procesos naturales forman parte también las aguas subterráneas, los intercambios atmosféricos (portadores de aguas atmosféricas, cuyo flujo constituye otra riqueza de la región) y, por supuesto, el clima que cada vez se consolida con más fuerza como un actor que debe ser tenido en cuenta en las decisiones humanas.

 

El eje central de la Región Hídrica es, por supuesto, el río Bogotá. Vale la pena recordar que tanto la Sabana como el río deben su nombre al territorio muisca gobernado por el Zipa de Bacatá. Es decir, la ciudad no se apoderó de la Sabana, sino que primero existió Bogotá-Bacatá y mucho después apareció la ciudad. […]

 

El Instituto Alexander von Humboldt (IAVH), conjuntamente con el Ministerio de Ambiente, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y el Fondo de Adaptación, elaboraron y publicaron los “Avances en la identificación de humedales de Colombia”, un estudio que indica que en cerca de 30 millones de hectáreas del territorio colombiano “manda el agua”.


Esto equivale a más de una cuarta parte de nuestro territorio continental, e incluye una porción importante de la Región Hídrica del río Bogotá. Esa gran parte de Colombia se deberá reconocer como multiétnica, pluricultural y anfibia, y si de verdad queremos adaptarnos al cambio climático, el principal desafío es construir una cultura anfibia para el siglo XXI.

El IAVH publicó en 2015 los dos tomos de la obra “Colombia Anfibia – Un país dehumedales”, en la cual describe de manera detallada y rigurosa las características de nuestro país como territorio del agua.

 

Un enfoque alternativo para la concertación y la gestión


Para efectos de estas recomendaciones, me baso en el marco filosófico y en la manera como se llevan a la práctica las llamadas “Medicinas alternativas” (acupuntura, terapia neural, homeopatía y otras).


[Nota: el Enfoque de Acupuntura que aquí se propone fue adoptado para toda la "Caja de Herramientas" surgidas de la Misión de Humedales]

Dejemos que sea el médico Julio César Payán de la Roche (1942-2020), uno de los pioneros y maestros de la Terapia Neural en Colombia, quien explique en qué consisten las esas “Aproximaciones al concepto de salud desde una visión alternativa”.


Él lo hace para el campo de la salud; yo, que fui discípulo, amigo y usuario de Payán, lo he aplicado cuando he tenido la responsabilidad de enfrentar desafíos en el campo de la llamada Gestión del Riesgo de Desastres, por ejemplo tras el terremoto de Tierradentro (6 de Junio de 1994). Esa experiencia está narrada en el libro “En el borde del caos”, publicado por la Casa Pensar de la Universidad Javeriana en el año 2000. El libro no se encuentra en la web, pero un fragmento de los Principios Orientadores de la Corporación Nasa Kiwe, creada para acompañar a las comunidades y a los ecosistemas afectados por el desastre que ese terremoto desencadenó.

A medida que vayan leyendo el artículo del médico Payán, irán descubriendo qué es aplicable y qué no para el caso de esos seres vivos que son los territorios de los cuales forman parte la red hidrológica y sus humedales. 

Tenemos que comenzar a ver la salud no como un estado, sino como un proceso para verla en su significado de movimiento y cambio. En el ser humano son billones de células, cada una con miles de millones de moléculas enzimáticas a miles de reacciones por segundo, en un sistema termodinámicamente abierto, esto es que intercambia materia, energía e información con su medio ambiente, con memoria genética e historia social, cultural y humana. Así que no puede ser la visión estática de estado, sino la dinámica de un proceso alejado del equilibrio, complejo y caótico determinista, con procesos adaptativos de auto-eco-organización.

En el proceso vital alejado del equilibrio (un sistema en equilibrio no acepta ningún otro estado, fuera del propio, y no está en condiciones de generar trabajo), se presentan paradojas cuántico - gravitacionales, planteadas ya desde el antiguo Taoísmo, con contradicciones entre sus diferentes gradientes de información y energía, así que el proceso es dialéctico y biológico ya que es cuántico gravitacional, termodinámicamente abierto y teleológico. El proceso es también social ya que hay que reconocer en el ser no sólo al individuo aislado, sino como un ente que forma, transforma y es transformado por el medio social. Así que, de ser una individualidad pasa a ser una singularidad en lo biológico y social con una normalidad y orden propio que no tiene por qué adaptarse a normatividades masificadoras estadísticas, así que tenemos que aceptar sus procesos de auto-eco-organización.

Los valores de tensión arterial del negro, son más altos que los de los blancos, el indio funciona con niveles de hemoglobina menos concentrados que las otras razas, en las zonas de paludismo el gen de la anemia falciforme puede defender a la población del plasmodio, el testículo inflamado produce sustancias que ayudan, en algunas ocasiones, al corazón para su mejor funcionamiento, para poner algunos ejemplos de comportamientos especiales, sin olvidarnos de la ley de los 5 elementos de la acupuntura que nos presenta muy bien las relaciones de los diferentes órganos entre sí mismos y con el universo.

Pero también, ya lo expresaba antes, es una singularidad social que lo hace interdependiente con todo su medio, algo que está de acuerdo con su característica de ser termodinámicamente abierto. Todo esto le permite hacer parte activa de la vida y comportarse como una emergencia de ella.

Por las experiencias de Clanser y Aspect y por los condensados de Bose Einstein, sabemos que en la naturaleza se da una verdadera danza cósmica de fotones y electrones que son componentes primarios de todo nuestro ser, así que la relación de la singularidad interdependiente se expande a todo el cosmos, siempre teniendo como referencias su medio económico, social, político e históricos. Es así como entendemos lo holístico.

Finalmente, ese proceso vital que es la salud surge como una resultante de los sucesos nombrados, y se expresa como la sensación de bienestar en la vida que al ser singular e interdependiente no permite que se la reduzca a normas o modelos prefijados.

Los valores "normales" y "normativizadores" que desde la tecnología, o la biología, sustentan el modelo de salud ortodoxo, se pueden tener como referencias o aproximaciones pero solo como una parte del proceso dialéctico que es la salud, y solo servirán si se evalúan dentro de todo el amplio referente que es el ser humano holístico.

Así que planteamos como propuesta a discutir, la siguiente aproximación a una definición de salud: "Salud es un proceso dialéctico, biológico, social, singular e interdependiente, dado por las relaciones del ser vital con el cosmos, en un proceso de adaptación en una sociedad con sus relaciones culturales, políticas, económicas, de producción, vitales e históricas propias, que finalmente aparece como una sensación de bienestar en la vida, no definido únicamente por normas o modelos prefijados, masivos o estadísticos".

La enfermedad, desde este punto de vista, no es lo contrario a la salud, sino que hace parte del devenir vital y se la considera como un proceso autoorganizativo agresivo en un ser humano dado (enfermo), al que no es que le dé una enfermedad, sino que él la hace como parte de su recorrido vital y teleológico.

Por eso, el abordaje del ENFERMO, no de la enfermedad, desde la Terapia Neural, consiste en colocarle impulsos al organismo para que él busque su camino de auto-eco-organización según su devenir, sus posibilidades y sus relaciones sociales y cósmicas. [Nota GWCh: En el caso que nos ocupa, el “enfermo” es el territorio en el cual confluyen de manera muy contradictoria las dinámicas naturales (y muchas veces las comunitarias) con las dinámicas del “desarrollo”]

En la teoría del caos se puede hablar del caos determinista, en la biocibernética de la caja negra, en la vida diaria prefiero hablar del misterio de la vida y del milagro de la sanación.

Al final uno podría sintetizar la salud como el proceso vital por medio del cual uno se acepta a sí mismo.

[Con Julio César Payán elaboramos en FUNCOP -Fundación para la Comunicación Popular- este video en 1990: "Salud: una visión alternativa"]

¿Cuáles son los “impulsos” con que desde la institucionalidad como conjunto (y no solo desde la SDA) es posible apoyar la capacidad de auto-eco-organización de cada humedal y de la red que conforman en el Distrito Capital? ¿Cuál es la aguja que cada actor tiene a su disposición para aplicar esos “impulsos”?

Encontrar la respuesta a esa pregunta es una de las primeras tareas que deben asumir quienes interactúan alrededor de los humedales de Bogotá.

El desafío de generar EFECTOS SINÉRGICOS

En un interesante artículo titulado TeoríaConceptual-Sistémica de la Sinergia de Impactos Ambientales y el Establecimiento de Bases para su Evaluación”, su autor Diego Ocampo Melgar, de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, en Cochabamba, inicia así la explicación sobre el significado de este concepto:

La sinergia es entendida como: procesos de estructuración, emergencia, auto-organización, procesos no-lineales, sistemas dinámicos, etc. Es fecunda en muchos campos científicos pero, a su vez, en muchos campos no científicos. Aún no hay consenso sobre el estado de la sinergia y su papel en el sistema del conocimiento científico. Para el caso de la sinergia que ocurre en impactos ambientales, existen algunas definiciones variadas según los autores, que pueden ser resumidas por un reforzamiento entre impactos, agentes o efectos que lleva a un resultado, manifestación o efecto mayor que al ser aislados […] en términos de magnitud, intensidad, severidad o complejidad.

Más adelante vincula el concepto a la Teoría del Caos:

Dentro del contexto que describe el comportamiento de los sistemas y su estabilidad, la Teoría del Caos (Lorenz, 1963) permite argumentar el origen del comportamiento caótico. Esta teoría explica que los fenómenos pueden ser extremadamente complejos pero deterministas en su mayor parte, y pueden exhibir un comportamiento caótico cuando la variabilidad se acumula exponencialmente, impidiendo la predicción (Nijkamp y Reggiani, 1995). En un sistema el estado inicial ejerce una influencia importante en la acumulación de la variabilidad y en el comportamiento caótico resultante, definiendo una sensibilidad a las condiciones iniciales (Eckmann y Ruelle, 1985).


Con respecto a ese mismo tema, el autor Óscar Salazar Duque de la Multidiversidad Mundo Real de México, en un artículo titulado Mirada de la gestión moderna desde la teoría del caos y la transdisciplina” (Publicado en la revista Universidad y Empresa de la Universidad del Rosario vol. 19, no. 332017), escribe los siguientes párrafos que me parecen pertinentes frente a los desafíos que nos ocupan:

Ahora bien, como las organizaciones son integradas y gestionadas por personas y la esperada sinergia de los procesos actuantes como componentes de un sistema se ven afectados por las deformidades de la excesiva jerarquización, por la compartimentación que generan las barreras culturales, disciplinares y de comunicación que llevan a la ‘babelización’ y hasta, en muchos casos, al aislamiento de los integrantes de las organizaciones, es justo allí donde se hace necesario gestionar con una concepción transdisciplinaria que permita la transversalidad de la comunicación y la construcción, y el fortalecimiento del nexo emocional necesario entre las personas y los fundamentos de la visión, misión y demás componentes del portafolio estratégico de las organizaciones" (Resatado de GWCh) […]

La especialización (según Edgar Morin) fragmenta los problemas, de manera que los responsables de un compartimento no se sienten responsables del conjunto, no se da un diálogo productivo entre los saberes y muchas dependencias se comportan como islas. La lentitud en el flujo de información en las organizaciones burocratizadas es tan nefasta que las decisiones saludables (innovaciones) que deberían provocar se ven, a su vez, retrasadas. Por lo tanto, la sinergia entre los diferentes procesos no se da y el enfoque sistémico queda solamente como un enunciado de un deber ser, y, por supuesto, distanciado de la realidad inducida por la parálisis paradigmática de un modelo de gestión que no puede responder a la dinámica impuesta por la volatilidad de los cambios presentes y a la incertidumbre de nuestra realidad cotidiana.

Reunión con la comunidad en el humedal Tibanica

Personalmente defino la sinergia, en términos seguramente menos científicos pero no equivocados, como alimentar varios pájaros con la misma guayaba. Como la responsabilidad que tenemos de garantizar en lo posible, que toda decisión/acción que se lleve a cabo en la compleja red de humedales de Bogotá, contribuya a generar respuestas creativas a los desafíos que deben enfrentar quienes tienen en sus manos la gestión integral del territorio y no solamente de su dimensión ecológica.

Esta gráfica ejemplifica la manera cómo se espera que un estímulo aplicado en un nodo o en alguno de los meridianos de la red, genere efectos sinérgicos en todo el sistema.

Fernando González, médico y anestesiólogo de la Universidad Nacional de Colombia, con posgrado en Acupuntura, moxibustión y anestesia acupuntural en el Instituto de Medicina Tradicional China de Beijing, explica en su libro en preparación titulado La Acupuntura: medicina del amor y la esperanza”, que según la medicina tradicional china, en cuyo enfoque nos basamos para proponer esta estrategia de Acupuntura del Territorio

la salud es la armonía en la cantidad y calidad de la energía, que llamamos QI (se pronuncia chi) compuesta de dos factores: Yin y Yang, y su fluir adecuado por los canales o meridianos de acupuntura y por todos los órganos y partes del cuerpo para garantizar las funciones tanto físicas como mentales del ser humano. La ruptura de esa armonía, producida por múltiples factores internos o externos produce síntomas o enfermedades. […]

La mayoría de los puntos más utilizados en acupuntura por miles de años están localizados sobre los meridianos de acupuntura, los cuales son trayectos o caminos de circulación de la energía por el cuerpo. Estos puntos, situados en cabeza, cuello, tronco y extremidades son también utilizados con éxito en el tratamiento de la farmacodependencia. También en todo el cuerpo existen puntos de acupuntura por fuera de los meridianos de acupuntura y se les denomina puntos extraordinarios. Tanto ellos, como los puntos de los meridianos, pueden estimularse por distintos métodos.

Tomado de “Pactos por la TOTA-lidad” – GW-Ch, 2015

En una notas que compartí con el equipo de la Misión de Humedales el 30 de Marzo, mencioné el siguiente ejemplo de una posible decisión generadora de efectos sinérgicos:

Volviendo al tema de los principios, vuelvo sobre las sinergias que debe desatar cada decisión/acción: por ejemplo si la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB le paga varios miles de millones de pesos anuales a la empresa Aguas de Bogotá para que le hagan mantenimiento a los humedales, ¿por qué no decidir, entonces, que una parte importante de ese trabajo lo lleven a cabo jóvenes de las comunidades vecinas a cada humedal? Esos jóvenes, hombres y mujeres, recibirían la formación profesional necesaria para desempeñar esas labores, y además de tener unos ingresos económicos, podrían construir sus planes de vida como gestores socio-ambientales, figura en la cual ya tiene mucha experiencia la Secretaría de Ambiente de Bogotá SDA.

Esa capacitación para el trabajo les aportaría las bases para seguirse formando en una profesión de alta demanda, con perfil y capacidad para contribuir efectivamente a la generación de respuestas frente a la crisis global.



Así mismo, debo manifestar muy expresamente que no entiendo el concepto de Caos como sinónimo de “desorden” (con todas las implicaciones negativas que esa palabra suscita), sino como el orden no lineal de los sistemas complejos de la Naturaleza. Así mismo, estoy convencido de que uno de los problemas que actualmente afectan a algunos nuestros humedales, es que se les ha intentado imponer por la fuerza de la ingeniería y del poder económico y burocrático,  nuestro orden generador de entropía.

Me tomo la libertad de insistir en este enfoque, por cuanto toda la estrategia que se diseñó y que aplicó la Corporación Nasa Kiwe para el acompañamiento a las comunidades y a los ecosistemas afectados por el Terremoto del Páez (6 de Junio de 1994) se concibió desde la Teoría del Caos. Esa experiencia está descrita en detalle en el libro “En el borde del caos”.


Apuestas por la Resonancia

La resonancia es el fenómeno físico que hace que, por ejemplo, cuando vibra una cuerda de una guitarra con una determinada frecuencia (o periodo natural de vibración), sin que exista contacto físico entre ellas, hace vibrar las cuerdas de otros instrumentos que se encuentren afinadas en la misma frecuencia.

Para los efectos que nos interesan, podemos definir la resonancia como contagio por vibración.

Si las instituciones distritales logran vibrar a una misma frecuencia, que en este caso es una visión compartida del territorio y de la función que cumple la red hidrológica en el mismo (lo que hemos denominado tocar la misma partitura), muy probablemente van a resonar con mayor facilidad con las comunidades y sus organizaciones vinculadas a la gestión de humedales, la cuales a su vez tienen el reto de sintonizarse en una frecuencia común.

Para que esto sea posible y para evitar que esa resonancia se convierta en un fenómeno destructivo, es necesario recuperar (si se han perdido) y fortalecer (si todavía existen) los controles socio-ecosistémicos (fundamentalmente la llamada retroalimentación negativa) de los cuales depende la estabilidad dinámica del territorio correspondiente.

Ese contagio por vibración se encuentra en la base del llamado Comportamiento Emergente, que fundamentalmente consiste en que una serie de individuos (células, neuronas, aves, peces, hormigas, personas, experiencias sociales, etc.) logren acoplarse a partir de unas reglas simples que comparten, para dar el salto cualitativo hacia un comportamiento de alta complejidad.

Humedal Tibanica

En el tema de los humedales y de su gestión, se trata de lograr, por ejemplo, que estrategias exitosas que se lleven a cabo en algún o en algunos humedales, con el apoyo y la decisión política de la Administración Distrital puedan dar el salto a convertirse en políticas públicas, aplicables a cada humedal de acuerdo con sus particularidades. De alguna manera esto ya está contemplado en la Política Distrital de Humedales, la cual es un buen ejemplo de lo que es posible lograr a través de un proceso participativo.

Estrategia propuesta para superar las barreras identificadas en la siguienten gráfica, tales como

- Inexistencia de unidad conceptual en las instituciones responsables de la gestión territorial

 

- Desconfianza mutua entre las organizaciones sociales y la institucionalidad


 

Como lo indica esta gráfica elaborada según el enfoque de acupuntura del territorio que vengo proponiendo desde un principio, nos encontramos ante un sistema dinámico de barreras interdependientes, en virtud del cual se espera que la intervención acertada sobre las causas que generan cualquiera de esas barreras, genere efectos sinérgicos frente a las demás que impiden una efectiva gobernanza participativa de los humedales del Distrito.

Espacios e instrumentos de participación

Como se indicó al principio de este documento, el objetivo de esta propuesta no es inventarse cosas nuevas sino formular propuestas que permitan articular y aprovechar mejor lo que ya hay.

Tanto por el proceso de participación efectiva y de concertación del cual surgió, como por el hecho de que desde 2007 fue adoptada mediante Decreto 624 de la Alcaldía Mayor de Bogotá, y por la manera como las organizaciones comunitarias y hoy muchas de las personas que forman parte de la Administración Distrital se han apropiado y se sienten identificadas con ella, la recomendación es fortalecer la Política de Humedales del Distrito Capital[16], fortaleciéndola en aquellos puntos en los cuales los distintos actores y sectores estén de acuerdo en que resulta necesario hacerle una actualización… sin olvidar que en este momento un actor decisorio es el clima, entendido como el conjunto de procesos hidrometeorológicos que en esta “Era” están impactando a los territorios y, para el caso que nos convoca, a Bogotá y a la amplia región de la cual depende nuestra seguridad hidro-climática.

La Política Distrital de Humedales de Bogotá, ”como instancia asesora de carácter multiactoral y multisectorial que recoge, articula y acompaña las propuestas y planteamientos de los diferentes actores y redes sociales asociados con los humedales del Distrito Capital, con el propósito de aportar en los procesos públicos de decisión respecto a la gestión ambiental”, establece lo siguiente:

Instancias locales de gestión ambiental: en el ámbito local, la implementación de la presente Política articulará y promoverá el fortalecimiento de las instancias participativas de gestión ambiental local, (Sistemas Ambientales Locales o Mesas Ambientales Locales), teniendo en cuenta que en ellas confluyen diferentes actores y organizaciones formales y no formales. Estas instancias diversas se han constituido en epicentro de acciones ambientales que, desde lo local, ha incidido en la gestión del territorio de la ciudad y la región.

 

Acciones en Red: como fortaleza característica del Distrito Capital en la última década, en materia de la gestión ambiental en humedales, se encuentra la actuación en Redes Sociales, formales y no formales, a través de las cuales se desarrollan procesos de comunicación y actuación coordinada entre diferentes actores sociales e institucionales –de carácter público y privado-. El reconocimiento y fortalecimiento de este instrumento se convertirá en una de las rutas para viabilizar la participación pública concertada, convocando organizaciones como Juntas de Acción Comunal, diversos grupos locales de edad y de interés, organizaciones no gubernamentales, cabildos verdes, asociaciones de usuarios de servicios públicos, entre otras de carácter local, distrital y regional. Así, se buscará consolidar la gestión integral en el contexto territorial de la ciudad y la región, y en consecuencia, la ejecución de los programas, proyectos y acciones de la Política.

 

Los Proyectos Ambientales Escolares (PRAES) y los Proyectos Ciudadanos de Educación Ambiental (PROCEDAS), son instrumentos pedagógicos que permiten articular diferentes ámbitos y actores de la gestión ambiental en los humedales, para lo cual su carácter formal posibilita la canalización de diferentes recursos de gestión.´

Consecuentes con la convicción de que “se aprende a participar participando”, como principio rector se debe garantizar que cada espacio de participación cumpla la función -valga la redundancia- de escuela de participación, en la cual quienes interactúan, se formen en la práctica misma, en las artes sutiles de la dialéctica de la concertación entre actores humanos y de estos con los no humanos del territorio (de los cuales el Agua es un actor principal); de los diálogos de saberes y los diálogos de ignorancias; de la transformación de conflictos; de la valoración activa de la diversidad. Como se indica más adelante con respecto a las chacras amazónicas y los Nasa Tul de las comunidades Nasa, en espacios de aprendizaje y encuentro intergeneracional, en el cual las generaciones más jóvenes de la comunidad comiencen a formarse para asumir los desafíos actuales y los futuros que deban encarar.

 Este último punto me permite volver sobre un evento sobre Educación Ambiental que tuvo lugar el pasado 26 de Abril al cual me invitó la Secretaría Distrital de Educación, en el cual dialogué con integrantes de la Misión de Educadores ySabiduría Ciudadana.

 Allí informé sobre la tarea que estamos adelantando en la Misión de Humedales, al tiempo que me enteré, por ejemplo, de que el Distrito tiene 368 colegios con 36 mil docentes y miles de estudiantes, un porcentaje importante de los cuales podrán convertirse en vectores y gestores de los procesos que pretendemos impulsar la Misión de Humedales y la Secretaría de Ambiente. Muchos de esos procesos ya están en marcha con el apoyo y coordinación de la Oficina de Participación, Educación y Localidades de la OPEL.

Dos de las oportunidades que de manera informal comenté en esa reunión, son la de impulsar el Servicio Socio-Ambiental de Jóvenes de la Bogotá urbana y rural, y el fortalecimiento y ampliación de las Aulas Ambientales con que cuenta el Distrito, las cuales de una u otra manera tienen relación con los humedales.

Esto nos conduce a otras estrategias para vincular más fuertemente a las comunidades a la gestión de los humedales, como son:

 - El aprovechamiento de los humedales como aulas ambientales, tanto en alianza con instituciones educativas vecinas, como para programas de formación ambiental y en gestión del riesgo dirigidos del público en general. (Alianza con Idiger e IDPAC).

Esto incluye desde las instituciones que trabajan en el nivel preescolar, hasta las de nivel universitario (pregrados y posgrados).

 

El mensaje a la infancia y adolescencia no puede seguir siendo: “Bienvenidos pero han llegado a un barco a punto de naufragar”.

 

La esperanza se construye transformando la realidad.

 

Participar NO ES TENER una parte sino SER expresiones activas de los procesos de transformación.

 

Niños, niñas y adolescentes deben reclamar su derecho a participar en decisiones del presente y del futuro que van a lidera.

 

Participar significa ser expresiones activas de esa transformación.

 

Alguien dirá: ¿Cómo? ¿Con qué?

Pues con su condición de vida que comienza y que está dispuesta a vivir bien.


Ver el texto completo en Esporas de Esporanza


Para este y los demás efectos se puede explorar la posibilidad de adelantar una estrategia similar a la llamada “Adoptemos la cañada de nuestro barrio”, que se desarrolló en Armenia tras el terremoto de 1999 a instancias de la Corporación Autónoma Regional del Quindío CRQ y de organizaciones que apoyaban el proceso de reconstrucción.


De mi participación en ese proceso surgió el texto "Manual para enamorar a las cañadas", del cual aquí hay un fragmento.


 - Educación no formal sobre medicina naturista, orientados por especialistas en el tema, y aprovechando las posibilidades para declarar como farmacias vivas a algunos humedales. Integrantes de las comunidades vecinas serían los principales usuarios y usuarias de esa formación. (Alianza con Secretaría de Salud).

 - Fomentar las huertas comunitarias, escolares y caseras en la vecindad de los humedales, en las cuales se buscarán propósitos sinérgicos como ocurre con las chacras amazónicas y las Nasa Tul de las comunidades Nasa: espacios en donde se cultivan especies comestibles que contribuyen a la soberanía alimentaria; especies medicinales que cumplen el papel de farmacias vivas, y especies rituales que cumplen una función importante en el fortalecimiento de la cosmovisión de los grupos humanos, con todo el sentido mítico cotidiano que tiene una cosmovisión.

 - Museos vivos de Etnoastronomía (ejemplo humedal Jaboque) e Hidrotecnologías ancestrales (ejemplo Reserva van der Hammen y…) que permitan aprender y aprehender sobre el territorio mismo la manera como las comunidades que poblaron el territorio que hoy ocupa Bogotá, se relacionaron con el Cielo, con el Suelo y con el Agua de manera tal que constituyeron una verdadera Cultura Anfibia de la cual, en las circunstancias actuales, tenemos mucho que aprender.

 - Aprovechar las múltiples oportunidades para la generación de ingresos que actividades como las mencionadas arriba generan para las comunidades vecinas y cuya prosperidad depende, precisamente, de que se conserven la integridad y la diversidad de cada humedal.

Todas estas posibilidades se deberán discutir con las Mesas Territoriales correspondientes a cada humedal, de manera que si la comunidad se apropia de alguna o algunas de ellas, el papel de la institucionalidad será prestar su apoyo para que el proceso siga adelante.

Una vez que el proceso germine por lo menos en un humedal, se promoverá el mismo a través de distintos medios -que incluyen a la Mesa de Humedales y a otras instancias de participación- en busca de que organizaciones vinculadas a los demás humedales se interesen en adelantar procesos similares diseñados para las características particulares de cada humedal.